El día 25 de junio de 2013, en una de las estaciones de noticias de radio más importantes del DF (98.5 FM) entrevistaron a un médico cubano, el Dr. Alberto Jesús Barrientos Castaño, quien habló sobre un "tratamiento" al que llaman "La Cirugía Revitalizadora" para tratar una enfermedad de la retina hasta ahora incurable, llamada Retinitis Pigmentosa ó Retinosis Pigmentaria. Un poco indignado por el hecho de que permitan en foros tan importantes y con un alcance tan grande, que se presenten este tipo de tratamientos que no tienen ningún respaldo científico como si fueran la octava maravilla, y en vista de la poca información disponible que presente la evidencia (o la falta de la misma) respecto a estos tratamientos, me sentí con la responsabilidad moral de escribir algo al respecto.
¿Qué es la retinitis pigmentosa?
En breves palabras, la retinitis pigmentosa es una enfermedad degenerativa de la retina, de origen genético (es decir que al nacer, la retina del paciente es normal, pero que en su código genético hay un gen defectuoso que provoca la degeneración y la pérdida de función de la retina de una forma acelerada).
Esta es una imagen de una retina normal:
Y esta es una imagen de una retina con retinitis pigmentosa:
Aunque es una enfermedad descrita desde hace mucho tiempo, hasta este momento no hay una cura como tal para la enfermedad, y es muy frecuente que los pacientes que la padecen terminen con una muy baja agudeza visual. Para el manejo de esta enfermedad, en el pasado se han intentado tratamientos de todo tipo, desde vitaminas, medicamentos y cirugías, y hasta hace poco (leer más adelante), sin evidencia alguna de su efectividad.
¿En qué consiste la "cirugía revitalizadora" que hacen en Cuba para tratar la retinitis pigmentosa?
Desde hace ya muchos años, en una institución que se hace llamar el Centro Internacional de Retinosis Pigmentaria "Camilo Cienfuegos", en donde trabaja el Dr. Barrientos, se realiza un procedimiento que ellos denominan "cirugía revitalizadora", y que en pocas palabras consiste en colocar un poco de la grasa que hay dentro de la cavidad orbitaria (es decir, la cavidad en el cráneo donde se encuentra el ojo) en el espacio que hay entre la esclera (es decir, la capa más externa del ojo, de color blanco) y la coroides (es decir, una capa intermedia entre la esclera y la retina, que está compuesta principalmente de vasos sanguíneos). Después del procedimiento quirúrgico, el paciente tiene que someterse a una serie de tratamientos de ozonoterapia, que puede ser vía endovenosa ó rectal (sí, leyeron bien, rectal), y a otra terapia llamada "terapia electromagnética" (cuyos detalles desconozco y no son explicados en el website del procedimiento).
Obviamente, para recibir estos tratamientos es necesario viajar a Cuba y quedarse ahí por cierto periodo de tiempo, con un costo que no es insignificante. Esta es la lista de precios:
Retinitis básico (sólo evaluación): $1,441.00 dólares americanos, Retinitis standard (evaluación y operación): $7,070.00 dólares americanos, y Retinitis premium (evaluación, operación, seguimiento y transfers): $10,140.00 dólares americanos.
¿Cuál es el problema con la "cirugía revitalizadora" que hacen en Cuba para tratar la retinitis pigmentosa?
Como cualquier enfermedad que no tiene cura, la retinitis pigmentosa pone al paciente que la padece y a su familia en una situación complicada, y al ofrecer la ciencia tan pocas opciones y tan pocas esperanzas, no es nada raro que el paciente o su familia recurran a curas "milagrosas" que ofrecen mucho, pero que cumplen poco. La "cirugía revitalizadora" es una de estas (entre comillas) curas.
A pesar de tener un aparato de publicidad muy bien estructurado, con páginas de internet, programas de radio y al parecer un buen volumen de pacientes, no hay estudios científicos validados que apoyen su eficacia. El único estudio serio que se ha realizado al respecto, que fue publicado en la revista Archives of Ophthalmology en 1996 por los doctores Berson y colaboradores, indica que hubo una disminución del 15% de la respuesta eléctrica de la retina después del tratamiento, lo cual se considera un desenlace desfavorable. En este estudio los pacientes fueron evaluados en el Massachusetts Eye and Ear Infirmary, en Boston, Massachusetts (que es uno de los institutos de oftalmología con mayor renombre en el mundo). Los pacientes fueron valorados antes del procedimiento, fueron a Cuba a someterse a esta intervención, y regresaron a Boston a su valoración después del procedimiento. Las conclusiones de los autores fueron que "los datos obtenidos apoyan la conclusión de que la intervención ofrecida en Cuba no provee beneficio a pacientes con retinitis pigmentosa", y que los resultados negativos "llaman a la posibilidad de que esta intervención puede EMPEORAR el curso de la enfermedad". Desafortunadamente, ni el Dr. Barrientos, ni ninguno de sus colaboradores, han sido capaces de publicar (o por lo menos mostrar en un congreso internacional) resultados favorables que puedan contradecir los resultados de este estudio, y que sean sostenibles ante la comunidad científica, en los más de 60 años que el procedimiento se ha venido realizando.
Las consecuencias negativas de esta mala información, que no son pocas, van desde dar falsas esperanzas a los pacientes y su familia que se verán desilusionados al momento de consultar un especialista en retina, hasta hacer que un paciente con esta enfermedad sacrifique bienes y pertenencias propios y ajenos para pagar este dizque tratamiento, cuyo precio va de $7,000.00 USD a $10,000.00 USD, más gastos de viaje, y cuya eficacia está muy lejos de ser demostrada.
Bueno, y ¿hay algo que SÍ funcione para la retinitis pigmentosa?
Hasta hace poco tiempo, lo único que se podía hacer con los pacientes que padecen retinitis pigmentosa era tratar algunas de las patologías que acompañan a esta enfermedad, como la catarata (tratada con cirugía de extracción de catarata e implante de lente intraocular) o la presencia de edema macular quístico (una acumulación de líquido en la parte central de la retina, tratada con administración de medicamentos en gotas o inyecciones dentro del ojo), y aunque estas intervenciones ayudan un poco a los pacientes que padecen estas otras patologías, para nada detienen la progresión de la enfermedad.
Actualmente, sin embargo, se están invirtiendo muchos recursos en investigar nuevas alternativas de tratamiento para pacientes con esta incapacitante enfermedad, y recientemente, al fin, se han encontrado resultados positivos (aunque los tratamientos están todavía en fase de experimentación.
La empresa Neurotech en Estados Unidos ha desarrollado un dispositivo que se implanta dentro del ojo y que libera una sustancia llamada Factor Neurotrófico Ciliar (CNTF), cuya función es proteger a las células de la retina de la degeneración causada por la retinitis pigmentosa. Hasta ahora se han colocado implantes en más de 300 pacientes (todos como parte de un protocolo de investigación; el implante no está aún disponible de manera comercial), encontrando resultados muy prometedores. Sin embargo, se requieren aún estudios con más pacientes para demostrar la eficacia de este dispositivo.
Para pacientes que ya están prácticamente ciegos a causa de la retinitis pigmentosa, la empresa Second Sight ha desarrollado un dispositivo llamado Argus II, el cual consiste en un microchip que se implanta por encima de la retina, y se conecta de manera inalámbrica a una cámara que el paciente lleva en unos lentes, de tal manera que pacientes que sin el implante son sólo capaces de distinguir si la luz está prendida o apagada, con el implante pueden distinguir objetos, formas, contornos, líneas e inclusive rostros. Es literalmente, el primer ejemplo de lo que podríamos llamar una retina artificial. Abajo se muestran imágenes del implante y de la cámara. También existen videos con testimoniales de pacientes que han recibido el implante, y entrevistas con el retinólogo responsable del proyecto, el Dr. Mark Humayun.
En Alemania existe otra empresa que tiene un implante con un concepto similar, llamado Retina Implant, que también tiene resultados muy prometedores.
Pero entonces... ¿cuál es la diferencia entre la cirugía revitalizadora y estas otras cirugías?
El lector podría justificadamente preguntarme: "Oiga, doctor, pero yo no soy oftalmólogo. Yo soy paciente. Y a mi me suena igual de bien si me hacen una cirugía para implantar un microchip en la retina conectado a una cámara, o me ponen un implante que produzca una sustancia protectora, o me implantan grasa orbitaria en el ojo y me dan ozonoterapia. ¿Cuál es la diferencia entre la cirugía revitalizadora y las otras cirugías?". Es una pregunta muy válida, dado que las tres opciones consisten en hacer una cirugía, y las tres opciones ofrecen mejoría y/o retrasar la pérdida de la visión. Pero hay diferencias...
Diferencia 1: Ensayos clínicos controlados: Para que se demuestra la eficacia de cualquier tratamiento (llámese aspirina, alguna pastilla para bajar la presión, algún antibiótico, o una cirugía para quitar el apéndice), se requiere realizar un ensayo clínico controlado, es decir, un estudio donde se incluye una gran cantidad de pacientes con alguna enfermedad (pongamos el ejemplo de la hipertensión arterial), y se somete a la mitad de ellos al tratamiento (pongamos como ejemplo el metoprolol, que es una sustancia para bajar la presión arterial), y a la otra mitad se les administra una pastilla que es físicamente igual a la del tratamiento, pero sin el ingrediente activo (a estos pacientes se les llama el grupo control, y contar con este grupo es muy importante, dado que existe algo llamado el efecto placebo, que consiste en que el mismo hecho de tomar una pastilla aunque ésta no contenga el ingrediente puede hacer creer al paciente que está recibiendo algún tratamiento, y por lo tanto se obtenga algún efecto). Para que el estudio sea válido, ni el paciente ni el médico que administra el medicamento puede saber si lo que está recibiendo es el ingrediente activo o sólo el placebo. Una vez que se somete a los pacientes al tratamiento, se mide la variable que se tenga que medir (en este caso, la presión arterial) a lo largo del tiempo. Después de un tiempo determinado, en el que se han recolectado las presiones arteriales de todos los pacientes (tanto los que recibieron placebo, como los que recibieron ingrediente activo), los datos son analizados por terceras personas, que pueden saber quiénes sí recibieron el ingrediente activo y quiénes no. Si al analizar los datos se encuentra que los pacientes que recibieron el ingrediente activo tenían la presión arterial más baja de una manera significativa que los que recibieron placebo, se concluye que el medicamento sí funciona.
Tanto los estudios de CNTF como del implante Argus se apegaron a esta metodología. En el caso del implante de CNTF, a algunos pacientes se les colocó un implante que producía CNTF, y a otros pacientes se les colocó un implante que no lo producía. En el caso del implante Argus, el control se realizaba con el mismo paciente, pero con el microchip apagado, de tal forma que la retina no recibía ninguna señal.
Por otra parte, hasta ahora no se ha publicado ningún ensayo clínico controlado que demuestre la eficacia de la "cirugía revitalizadora"...
Diferencia 2: Replicación de los resultados por parte de otros investigadores. Una vez que aparece un nuevo tratamiento o una nueva técnica, y se expone en las reuniones académicas o se publica en revistas científicas, el siguiente paso es que médicos de otros centros dentro del mismo país, o en otros países realicen el tratamiento o técnica en sus pacientes. Si es un buen tratamiento, los resultados obtenidos serán similares a los que se encuentran publicados. Si el tratamiento o técnica no es bueno, los resultados obtenidos serán diferentes (generalmente peores que los publicados). Esto es importante, dado que cuando alguien refiere "ser el único centro donde se cura X enfermedad" o "ser el único que realiza la técnica Z", cabe la posibilidad de que ese alguien esté mintiendo ó esté "maquillando" los resultados, para ver beneficiados sus intereses, ya sea monetarios o académicos.
En el caso del implante Argus, existen ya múltiples centros en diversos países (Estados Unidos, Reino Unido, Italia, Francia, Arabia Saudita, etc) donde se implantan estos dispositivos, y los resultados obtenidos son similares a los presentados en las reuniones académicas y publicados en revistas científicas.
Por otra parte, el Centro Internacional de Retinosis Pigmentaria "Camilo Cienfuegos" sigue siendo el único lugar donde se realiza la "cirugía revitalizadora", y cuando pacientes de otros centros han ido a tratarse a Cuba y regresan (como los pacientes del estudio del Dr. Berson), no se ha encontrado que el tratamiento les sirva de nada. Hablando de experiencia personal, en el servicio de Retina de la Asociación para Evitar la Ceguera en México hemos visto varios pacientes que (con muchos sacrificios personales y económicos) van a realizarse este procedimiento a Cuba, y en ningún paciente la evolución de la enfermedad se ha detenido (mucho menos mejorado).
En conclusión...
El paciente con retinitis pigmentosa, aparte de enfrentarse con el diagnóstico de una enfermedad que hasta ahora no tiene cura, se enfrenta con toda una suerte de supuestos "tratamientos" milagrosos como la "cirugía revitalizadora", que prometen mucho, pero que cumplen muy poco. Tristemente muchos pacientes, con la esperanza de hacer hasta lo imposible por no perder la visión, se embarcan en gastar importantes sumas de dinero (a veces endeudándose o vendiendo sus pertenencias) en tratamientos que no han sido sometidos a un riguroso estudio científico, y que por lo tanto, no está demostrado que funcionen.
Encontrar un tratamiento o una cura para una enfermedad que no la tiene no es cosa fácil. Requiere de mentes brillantes, de grandes cantidades de recursos, y de estudios clínicos serios, siguiendo estrictamente el método científico, como ha sido el caso del implante de CNTF, del Argus II o del Retina Implant, pero NO el caso de la "cirugía revitalizadora". Con el paso del tiempo, las terapias que realmente funcionen se convertirán en el tratamiento de elección, poniendo a los pseudotratamientos como la cirugía revitalizadora en el lugar que les corresponde: en un ejemplo más de personas sin conciencia, tratando de aprovecharse de la desesperación de un paciente con una enfermedad que no tiene cura, prometiendo mucho, y cumpliendo nada.
Dr. Gerardo García Aguirre
Especialista en Retina
www.retinadf.com
jueves, 29 de mayo de 2014
lunes, 13 de septiembre de 2010
La Guerra Contra el Crimen Organizado: Un Punto de Vista Médico
En recientes (y no tan recientes) fechas hemos sido bombardeados con avasallantes cantidades de información en los medios sobre la violencia que tristemente se cierne sobre nuestro país. Es difícil encontrar alguien que directa o indirectamente NO haya sido afectado de alguna manera por esta masiva ola de violencia. Y como resultado de esto, en distintos medios nos topamos con opiniones que acusan y critican al actual gobierno de combatir el crimen organizado, como si esto fuera la causa directa de los acontecimientos que vemos en las noticias de todos los días, dominadas ahora por palabras como “sicario”, “violencia”, “narco”, “zetas”, o “balacera”; palabras que antes no tenían tanta relevancia en nuestro diario acontecer.
Antes de proseguir, cabe aclarar que de entrada no me considero una opinión calificada para hablar de estos temas, siendo mi profesión la medicina y no las ciencias políticas o el periodismo. No tengo ninguna alineación ni afiliación política, ni algún partido de mi preferencia. Aún así, encuentro elementos en estas historias que de alguna manera empatan con las historias con las cuales lidiamos los médicos en nuestra vida diaria. Los médicos somos (pudiera decirse) adictos a emplear ejemplos y analogías, probablemente porque nos permiten entender de una mejor manera el funcionamiento del cuerpo humano y las enfermedades que lo aquejan. Apegándome a esta ya milenaria tradición de la medicina, la mejor analogía que se me puede ocurrir respecto a la actual situación de nuestro país es, aunque suene algo trillado, el cáncer.
El término “cáncer” engloba toda una serie de patologías, sumamente diversas, que aquejan el cuerpo humano, y que comparten como origen a una o varias células normales que de repente, ya sea debido a un estímulo nocivo (como el humo del tabaco o la radiación, para citar las causas más conocidas), o simplemente por mala suerte, sufren mutaciones en su material genético. Estas mutaciones permiten que dichas células se multipliquen de manera desordenada y sin control, invadiendo los tejidos normales del cuerpo.
El cuerpo humano, siendo una máquina tan avanzada, tiene mecanismos que impiden que estas células mutantes proliferen. Algunos de estos mecanismos se encuentran dentro de la misma célula, de tal manera que cuando alguna célula quiere salirse de control, tiene un mecanismo de auto-destrucción que impide su proliferación descontrolada. Otros mecanismos implican la intervención de las células del sistema de defensas (el sistema inmune) que identifican a las células que pretenden “salirse del huacal”, atacándolas y destruyéndolas antes de que se conviertan en un peligro mayor para el cuerpo.
Sin embargo, hay ocasiones en las que las células cancerosas son capaces de engañar a estos mecanismos de defensa, pudiendo así proliferar hasta formar un tumor maligno. Dependiendo de la capacidad de estas células malignas de librar y engañar a los sistemas de defensa, mayor será la proliferación y diseminación de estas células antes de que el cuerpo se percate de que existe un problema. Llega entonces un momento en el cual el paciente aquejado con este mal empieza a perder peso, y su organismo, invadido ya de células malignas, empieza a presentar fallas en sistemas vitales, concluyendo la gran mayoría de las veces en la muerte del paciente.
Cuando se diagnostica cáncer en una etapa avanzada a un paciente, es necesario utilizar métodos agresivos de tratamiento, que incluyen muchas veces quimioterapia, radioterapia, e inclusive cirugías mutilantes. Estos tratamientos muchas veces dañan de manera indiscriminada células cancerosas y células normales del organismo. Sin embargo, estas agresivas medidas son la única esperanza que tiene el paciente para combatir una enfermedad que de otra manera acabaría de manera invariable con la muerte del paciente.
¿Qué tiene todo esto que ver con la situación actual de violencia? Durante años e incluso décadas, les fue permitido a las células malignas de la sociedad (el crimen organizado) proliferar a sus anchas, sin control, sin vigilancia, sin ningún mecanismo que las mantuviera a raya. Después de todo este tiempo, se establecieron en el organismo (nuestro país) a sus anchas, consumiéndolo. ¿Qué es lo que ocurre cuando se quiere combatir de manera agresiva una enfermedad que se encuentra tan enraizada? La enfermedad contraataca. Al principio, con los tratamientos de radioterapia, quimioterapia y cirugía, muchas células cancerosas son eliminadas, pero también muchas células normales (inocentes) del cuerpo mueren por el mismo tratamiento. Unas de las células que más se ven afectadas son las mismas células de defensa, lo cual pone al paciente en riesgo de ser atacados ya no por las células cancerosas, sino por bacterias, virus u hongos, agregándose así una situación adicional que puede poner en riesgo la vida del paciente.
¿Qué estamos viviendo en la actualidad? Nuestra sociedad está viviendo un cáncer que se dejó crecer por mucho tiempo. Me parece que ante esta situación hay dos caminos que se pueden tomar. El primero es seguir tolerando el problema, seguir en nuestra cómoda situación, y endosarle el problema a las generaciones de nuestros hijos. El segundo es tratar de atacar la situación con todos los recursos posibles, asumiendo el costo social que esto representa (inseguridad, balaceras, caos, desestabilización económica, y lo más triste de todo, pérdidas humanas inocentes), en un afán de batallar con esta triste situación.
Uno como médico se enfrenta muchas veces a tomar este tipo de decisiones: ver progresar la enfermedad hasta que acabe con la muerte del paciente, o atacar agresivamente la enfermedad, en un intento por cambiar su historia natural, a sabiendas de que el mismo tratamiento puede dañar o inclusive matar al paciente. ¿Quiere esto decir que el problema no se debe tratar? Definitivamente no. Si queremos tener una sociedad, un organismo, sano, debemos atacar lo antes posible, sin cuartel, sin piedad, sin receso, esta enfermedad que tanto nos aqueja. Es muy posible y casi seguro que en el camino muchas personas inocentes sufran junto a las culpables. ¿Vale la pena aún así llevar a cabo la lucha? Probablemente si. ¿Porqué? Porque es la única manera en la que podremos deshacernos de este cáncer que hace décadas nos aqueja.
¿Qué podemos hacer los ciudadanos comunes y corrientes para tratar de resolver esta situación? Probablemente algo, aunque no sea mucho. Si conocemos el paradero de algún delincuente, podemos denunciarlo ante las autoridades. Podemos dejar de comprar piratería. Podemos comenzar por respetar las leyes y poner el ejemplo. Podemos darle mucho más apoyo y respeto a las personas que se encargan de nuestra seguridad, para hacer que ellos se sientan comprometidos con nosotros. Y de manera muy importante, si no podemos hacer nada, podemos dejarnos de quejar, y hacernos a un lado para no estorbarle a las personas que SI están trabajando.
Es una tristeza que el festejo del bicentenario de la independencia se vea teñido de matices tristes debido a la triste actualidad de nuestro país. Sin embargo, es muy probable que lo que estamos viviendo en estos momentos sea el resultado de doscientos años de malas decisiones, y de que nuestros antepasados practicaron la mexicanísima tradición de dejarles el problema a las generaciones que les sucedieron. Creo que doscientos años han sido demasiado, y debemos, como nación, practicar la anti-mexicanísima tradición de hacerle cara a los grandes problemas de la actualidad, en el afán de que, por lo menos por una ocasión, nuestros hijos no tengan que lidiar con ellos.
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martes, 7 de septiembre de 2010
Réquiem por Alejandra
Esta es de las cosas que se que más trabajo me va a costar escribir. Aun así he de hacerlo, pues es en memoria de una de las mejores personas que he tenido fortuna de conocer. Por definición no es un réquiem, dado que carece de música, pero me voy a permitir usar el término, dada la muy triste ocasión.
Conocí a Alejandra hace siete años, cuando todavía era una interna en el Instituto Nacional de Nutrición. Originaria de Tijuana, destacó desde un inicio entre los internos por su disposición, iniciativa, y alegría en las arduas tareas propias de un médico de su rango. Desde ese entonces, me enteré de su afición por el deporte, especialmente la gimnasia olímpica, que practicaba desde niña. Inclusive en alguna ocasión pude ver un video de uno de sus entrenamientos, y de cómo ejecutaba con gracia, a pesar de su tierna edad, vueltas y piruetas sin dificultad alguna.
Posteriormente vi cómo, al terminar la carrera de medicina, hizo su servicio social también en el departamento de cirugía endócrina en Nutrición, con los Dres. Pantoja y Herrera, ganándose inmediatamente su reconocimiento y aprecio, y realizando con ellos múltiples trabajos científicos. Cada vez que se les oía hablar sobre Alejandra, se notaba que la consideraban su niña consentida.
Tiempo después comenzó su residencia en Cirugía General, en el Hospital “Dr. Manuel Gea González”, donde a pesar de las largas jornadas, frecuentes guardias, y extrema carga de trabajo, siempre se le veía alegre y dispuesta a trabajar. Terminó su residencia hace menos de 6 meses, entrando inmediatamente a la subespecialidad de cirugía en endócrino, bajo la supervisión de sus antiguos tutores, con una muy prometedora trayectoria por delante.
Hace tres días, sin embargo, y para sorpresa de todos, un evento vascular cerebral la abatió. Hoy, tres días después, a pesar de una encarnizada lucha para tratar de mantenerla con nosotros, se concluyó que el daño neurológico era demasiado. Y hoy, a pesar del estado en el que se encuentra, su familia tomó la difícil decisión de donar sus órganos, para que, de manera congruente con lo que Ale siempre hizo en vida, otros pacientes se puedan beneficiar.
Alejandra ya no está con nosotros, pero aún así vive. Vive en el corazón de sus familiares y de sus amigos, vive en el recuerdo tan grato y alegre que todos tenemos de ella, vive en las contribuciones que hizo a la investigación médica, vive en las vidas de los pacientes que salvó en cirugía, y vivirá en los pacientes que tengan la fortuna de beneficiarse de su donación.
Te extrañamos mucho, Ale. El mundo era un mejor lugar contigo en él. Lograste en tu corta vida lo que muchos no logran en una entera. Se que estas palabras no le hacen ni el mínimo de justicia a la influencia que tuviste en todos nosotros, pero aún así te las dedico con todo mi cariño. Este ha sido un réquiem sin música, porque la música la pusiste tú en nuestras vidas.
martes, 3 de agosto de 2010
Melancholic
Por mas lejanas que se encuentren las tristezas de tu pasado, siempre tendrán la cortesía de visitarte de vez en cuando.
lunes, 2 de agosto de 2010
Efímera y Breve es la Vida
Esto es algo que escribí hace algunos años, después de que ocurrieran algunos eventos desafortunados a personas que conocía. Hoy, se vuelve a hacer vigente tras la inesperada muerte de uno de mis maestros. Descanse en paz, Dr. Jorge Pacheco. Su recuerdo perdura en las enseñanzas que dejó a sus alumnos.
Escenario: un salón de clases de sexto de primaria hace dieciocho años.
Como todos los días en el grupo 6o "C", la Sra. Elena Milera López, viuda de González, mejor conocida como "Miss Elenita", y que en paz descanse, dirige sus fríos ojos azules a uno de sus alumnos antes de comenzar la clase, y le pide que anote el pensamiento del día en el pizarrón. El estudiante se levanta, atemorizado porque había olvidado que ese día le tocaba el susodicho "pensamiento" (y vaya que la Miss Elenita infundía temor) (o terror) (o ambos), y camina lentamente hacia el pizarrón, buscando lo primero que se le venga a la mente, cualquier frase, cualquier refrán, cualquier dicharacho popular que lo pueda sacar del meollo en el que se encuentra. Después de unos segundos, sintiendo los ojos de la maestra clavarse en su espalda (olvidar el pensamiento era, después de todo, im-per-do-na-ble), garabatea en el pizarrón "El tiempo es oro", y voltea, buscando la mirada aprobadora de la maestra, que desde su escritorio se limita a asentir, casi imperceptiblemente. "Fiu!" exclama el estudiante, y pasa a ocupar su pupitre, feliz de haber esquivado un castigo casi seguro. Mientras tanto todos los alumnos se limitan a garabatear como autómatas las palabras en su respectiva libreta de pensamientos, y la maestra lee en voz alta el pensamiento: "El tiempo es oro...", y agrega "aprovechen su tiempo, porque el tiempo perdido, los santos lo lloran". No puedo decirlo con toda certeza, pero puedo casi asegurar que los que hace dieciocho años nos encontrábamos en esa aula, dedicamos cuando mucho 2 milisegundos a pensar en lo que nos había dicho la Miss Elenita, y no le dimos la más mínima importancia. A fin de cuentas, pensábamos en esa época, tiempo es lo que nos sobra. De esta manera, "el tiempo es oro" quedó relegado a algún cajón vacío y sucio de la esquina más recóndita de nuestra memoria junto con los otros 200 pensamientos de ese año, y el asunto quedó olvidado...
... hasta dieciocho años después.
Como buen cliché de comercial del día del padre, o en este caso, del maestro, me atrevo a decir "qué razón tenía la Miss Elenita, y cuán sabias sus palabras eran". Es triste que me hayan tomado 18 años para darme cuenta, pero los eventos a mi alrededor me hacen pensar cada vez más en lo valioso del significado de esa frase.
La mamá de un amigo mío, de cuarenta y tantos años de edad, mientras se encontraba de vacaciones en la playa, se empieza a quejar de que le hace falta la respiración. Como cualquier otro ser humano en su situación, le da poca importancia, pero al regresar a su casa la situación empeora cada vez más. Se le practican estudios y se encuentra que tiene un tumor. Siempre había sido sana, no fumaba, pero la biopsia mostró un tumor extremadamente raro, pero maligno. En pocos meses la señora muere, dejando a la familia, en primer lugar perpleja, y en segundo lugar desconsolada, porque lo esperable es que una persona de cuarenta y tantos años viva otros cuarenta y tantos, y como tal, se habían hecho planes a futuro. Planes que a fin de cuentas, quedaron truncados. El tiempo es oro.
Un destacado médico termina su especialidad y su subespecialidad. Va al extranjero a refinar su técnica mientras en su país lo esperan una alta posición en su hospital, reconocimiento, fama y fortuna. Al poco tiempo de llegar, y después de 15 años de estudio y esfuerzo, se le diagnostica un agresivo tumor en el cerebro, que tiene un promedio de sobrevida de pocos meses. Quince años de esfuerzo, sacrificio y preparación, para terminar de esta manera. El tiempo es oro.
Una conocida mía, más o menos de mi edad, recién y felizmente casada, con una hija también recién nacida, de repente pierde el conocimiento. Después de varios estudios se determina que tiene una hemorragia cerebral. Al cabo de varios días en terapia intensiva, despierta sin poder mover la mitad de su cuerpo y sin poder hablar, y con miras a una recuperación muy lenta, si es que la hay. Un día, tu vida es normal; al día siguiente no te puedes mover, dificilmente te puedes comunicar, y realizar actividades cotidianas es un logro. El tiempo es oro.
Historias como éstas seguro hay muchas, y seguramente las hay peores. Pero todas ellas tienen algo en común: Gente que se les acabó el tiempo. Y con esto no me refiero exclusivamente a la muerte, porque el tiempo no solo se le acaba a los que mueren, sino también a los que se quedan: tiempo de convivir con los que se fueron, tiempo de disfrutar alguna etapa de la vida, tiempo de vivir una vida sin limitaciones, en fin. "Tiempo es lo que nos sobra", pensábamos hace dieciocho años, cuando ahora es tiempo lo que nos falta. Empiezo ahora a entender el significado de lo que nos quería decir la Miss Elenita en ese entonces, sobre que el tiempo perdido los santos lo lloran. No creo que sean sólo los santos los que lloren por el tiempo perdido. Veo con frecuencia a mi amigo lamentarse por el tiempo que no pudo pasar con su mamá. Me imagino que mi amiga lamentará las veces que no le dijo a su esposo o a su hija cuánto los quería. Veo que a los que se refería la Miss Elenita no era a los "santos" en el sentido literal, sino a los que ya no tienen tiempo.
Después de esta (larga) reflexión, sin embargo, se me antoja muy borrosa la definición de "aprovechar el tiempo". ¿Aprovecharlo para qué? Por un lado las horas y horas que he pasado enfrente de la televisión (sobre todo viendo MTV, o películas repetidas) o jugando videojuegos me parecen un completo desperdicio de tiempo. Por otro lado, me parece que ese tipo de actividades son necesarias para compensar por la labor física o intelectual de nuestras labores, sean éstas las que sean. Lo que para mi es aprovechar el tiempo para algo, para otros puede verse como desperdiciado (como por ejemplo, escribir este blog que sé que nadie va a leer). Estoy seguro que el doctor de mi segundo ejemplo estaba convencido en que realmente estaba aprovechando el tiempo, entrenándose para ser un mejor médico y brindar un mejor cuidado a sus pacientes; pero también estoy seguro de que esa impresión cambió cuando se enteró de su diagnóstico, tal vez deseando haber estudiado una carrera corta, y vivir una vida sin pena ni gloria, pero con más tiempo para compartirlo con sus seres queridos.
¿Qué haríamos, entonces, si supiéramos cuánto tiempo nos queda? ¿Dejaríamos todas nuestras responsabilidades a un lado, tratando de disfrutar al máximo la vida? ¿Buscaríamos éxito profesional, o de algún otro tipo, para dejar un legado a otras generaciones? ¿O simplemente dejaríamos que nuestra vida transcurriera igual, y empezaríamos a preocuparnos faltando dos semanas para que se cumpliera el plazo? Tristemente, me parece que la mayoría de la gente optaría por esta última.
¿Qué hacer, dado que no sabemos cuánto tiempo nos queda? No sabemos si por delante nuestro se encuentra una próspera y larga vida, o si alguna enfermedad o algún accidente dejará todos nuestros asuntos terrenales no resueltos. Como diría un buen amigo: "yo no soy ningún filósofo contemporáneo", pero hasta este momento, me parece que la respuesta se encuentra en hallar un balance, un punto medio entre responsabilidad, seres queridos y recreación, y apostar un tercio de las fichas a cada uno, y, por más trillado que suene, disfrutar cada momento, porque el tiempo es oro, y el tiempo perdido los santos lo lloran.
- Jerry
miércoles, 14 de octubre de 2009
Nopalinas... ¡pamplinas!
Cuando en la línea de búsqueda de You Tube pones las palabras "desprendimiento de retina", aparecen múltiples videos hablando sobre el diagnóstico y manejo quirúrgico de este complicado padecimiento. Sin embargo, sorprendentemente en el segundo lugar aparece un curioso vídeo (agragado por un usuario llamado "nopalinas") hablando sobre el dizque tratamiento naturista del desprendimiento de retina, que aquí les pongo a continuación:
En el video tenemos primero que nada una simpática (y algo grotesca) carita feliz con la lengua de fuera, y que tiene tatuadas las palabras "TU YO y la SALUD". Después de mostrar los datos generales de la paciente (edad, género y diagnóstico: desprendimiento de retina), el video muestra a una señora sentada en un pasillo, recargada en la pared, con los ojos cerrados. Acto seguido, el entrevistador, a quien llamaremos el señor Nopalinas, le pregunta a la paciente cuáles son sus síntomas. La paciente refiere primero que nada "mucho dolor de riñones", cuya relación con el desprendimiento de retina aún no me queda clara; la aparición de "manchas" que le redujeron la visión (síntoma conocido como miodesopsias), y que "se le venía una luz" (síntoma conocido como fotopsias), y que, después de sólo cinco días de tratamiento, ya se siente mejor. El "tratamiento" consiste en algo que el Sr. Nopalinas llama "La Dieta Sabia Sincrética", que al igual que muchos remedios naturistas, su fórmula es desconocida para todos, excepto obviamente para el que la elabora (probablemente el mismo Sr. Nopalinas). Cómo es que una dieta (la que sea) puede ser "sabia" va más allá de mi entendimiento. El video termina con que la señora refiere que "cree que se va a mejorar, porque ya se siente mejor", y ahí el video termina, dando por hecho que la dieta sabia sincrética curó el supuesto desprendimiento de retina de la señora.
Voy a exponer las razones por las cuales creo que este video no es más que un gran fraude:
1. Dudo que el Sr. Nopalinas tenga el entrenamiento o la capacidad para diagnosticar un desprendimiento de retina, y mucho menos para tratarlo.
2. Los síntomas de la paciente probablemente hablan de un desprendimiento de vítreo posterior hemorrágico. ¿Qué quiere decir esto? Que el humor vítreo (la gelatina transparente que rellena el ojo) se separó de la retina, ejerciendo tracción sobre ella (causando así las fotopsias), y probablemente rompiendo un vaso sanguíneo de la retina, causando así una hemorragia en el humor vítreo (responsable de las miodesopsias). Todo esto lo pueden ver en este explicativo video, especialmente a partir del minuto 3:05. La paciente pudo haber tenido todo esto, sin necesidad de que la retina se le desprendiera. Ahora bien, no es nada raro que una hemorragia vítrea se aclare sola después de un tiempo (pueden ser días o semanas), lo cual explicaría la mejoría que experimentó la paciente, CON, SIN, y A PESAR DE la dieta sabia sincrética.
¿Cuál es el problema con todo esto?
1. Un paciente con un desprendimiento de vítreo posterior hemorrágico (en este caso la señora del video) lleva un 50% de probabilidad de desarrollar un desgarro en la retina, el cual, si no se trata a tiempo con rayo láser (tratamiento llamado fotocoagulación) puede desarrollar ahora sí un desprendimiento de retina, problema que requiere manejo con cirugía, y que puede disminuir su visión de manera permanente.
2. La paciente, habiendo recibido la dieta sabia sincrética, y habiendo experimentado mejoría de sus síntomas, se sentirá confiada, y dudo que acuda a un oftalmólogo para que revise su ojo con dilatación de la pupila, trate de detectar si hay o no desgarros en la retina, y los trate oportunamente antes de que se origine un desprendimiento de retina.
Es decir, no nada más el Sr. Nopalinas embaucó (es decir, transó, engañó, le vio la cara) a la paciente con su pseudo-tratamiento de la dieta sabia sincrética, sino que evitó que la paciente acudiera con un médico de verdad, a recibir el tratamiento que realmente pudo haber necesitado antes de que el problema se hiciera todavía más grande.
Lamentablemente historias como esta se repiten todos los días por todo el planeta, donde la ignorancia y credulidad de un paciente se encuentran con la mala voluntad de los charlatanes. Felicidades, Sr. Nopalinas. Dudo que pueda usted dormir con la conciencia tranquila.
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domingo, 6 de septiembre de 2009
Un minuto para Mario.
Hay muchas cosas justas en esta vida, pero la vida en sí nunca es justa. Y hay allá afuera una gran cantidad de personas a las que les pasan cosas muy malas, aunque hayan llevado bien su vida. Por mi profesión, a diario entro en contacto con este tipo de personas, y en la medida de mis posibilidades y mis habilidades trato de que la magnitud de la injusticia que la vida les ha puesto sobre los hombros sea lo menor posible, aunque sean totales desconocidos. En algunos se puede... pero en otros no.
El día de hoy le toca a un amigo mío llevar una gran carga de ese tipo. En su panorama a corto plazo se ven largas cirugías, diagnósticos inciertos y tiempos difíciles.
Mario, se que te aguarda una difícil batalla, de la cual espero de todo corazón que salgas airoso.
jueves, 3 de septiembre de 2009
El Kit para Detección de Mentiras - ¡Usalo!
En la actualidad nos vemos bombardeados por grandes cantidades de información que nos atacan desde diversos medios. Tenemos televisión (por aire y por cable), teléfonos celulares, revistas, espectaculares en el periférico, periódicos, internet, blogs inútiles como este, y hasta comadres o vecinas chismosas.
Inundados en un mar de información, ¿cómo saber a quién creerle y a quien no? En muchas ocasiones es obvio cuándo NO hay que creerle a alguien (como por ejemplo, a las comadres chismosas, a los horóscopos, adivinos y entes charlatanescos asociados), pero en muchas otras la información se presenta de una manera que te invita a creerla. Es entonces cuando nos vemos en la imperiosa necesidad de utilizar nuestra maquinita para pensar (alias cerebro, materia gris, etc), y valerse de una herramienta cuyo nombre oficial es "Método Científico". -Sin embargo, ese nombre recuerda aburridas clases de secundaria y prepa (muchas veces impartidas por maestros que ni idea tenían de qué estaban hablando), o nos trae la imagen mental de nerds con lentes de fondo de botella y bata blanca mezclando sustancias en tubos de ensayo, es mejor llamarlo "Kit para Detección de Mentiras" o KDM (de baloney detection kit, término acuñado por Michael Shermer, director de la revista Skeptic).
Las personas que se dedican a alguna rama de la ciencia, estarán (espero) muy familiarizados con todas estas preguntas que uno tiene que hacerse antes de creer los resultados de otras personas, o inclusive los resultados propios. Pero ¿que tal las personas que se dedican a otras cosas que nada tiene que ver con la ciencia? ¿que tal las personas que sí se dedican a la ciencia, pero no aplican estas preguntas a otros aspectos de su vida? (Como por ejemplo, investigadores o médicos que saliendo del trabajo se van a que les lean las cartas, o tienen miedo de pasar debajo de una escalera porque "trae mala suerte"). Y creanme que personas como esas conozco muchas...
El resultado de ignorar sistemáticamente el uso de las preguntas del KDM en la vida diaria es la realidad que vivimos actualmente: La omnipresencia de charlatanes y embaucadores, las noticias irrelevantes en los medios masivos de comunicación, y una población que se sume cada vez más en la ignorancia, creyendo todo lo que ven o leen sin que su cerebro lo procese primero, tragándose lo que sea, hasta lo más increíble: Métodos rápidos para adelgazar, yerberos y homeópatas que curan pacientes con cáncer, el chupacabras, los ovnis, y/o las imágenes de la virgen en el pan tostado o en el cereal de la mañana.
El mensaje, pues, que quiero transmitir, es que el KDM es una herramienta sencilla, fácil de usar y accesible (te despiertas ya con él y lo andas cargando todo el día aunque no quieras usarlo). No requiere de gran entrenamiento o un grado académico previo, no necesitas ser genio o superdotado para usarlo, y te puede sacar de muchos problemas y/o evitarte muchas decepciones si lo usas correctamente. Mi recomendación es que la próxima vez que no tengas nada que hacer (o aunque tengas algo que hacer) sometas las cosas que sabes, o que crees que sabes, o que crees, a esas 10 preguntas. Creeme que las ideas que salgan airosas de este pequeño pero útil interrogatorio serán las únicas con las que valdrá la pena quedarse.
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martes, 1 de septiembre de 2009
El Inicio
Qué difícil es empezar a escribir. Encontrar ideas y amasarlas en la mente para formar palabras coherentes nunca es fácil, y mucho menos cuando se hace algo como esto por primera vez. Mi principal temor, creo yo, es escribir por escribir, sin decir cosas interesantes, y que me ocurra lo que le ocurre a algunas personas que conozco (sin nombres, por supuesto), que nunca hacen caso al consejo que alguna vez me dió mi abuela: "Si no tienes nada inteligente que decir, mejor no digas nada".
Durante varias semanas he estado rumiando con la idea de empezar a escribir en un blog, y creo que ha llegado la hora. En fin, lo peor que puede pasar es que nadie lea lo que escribo, y que todo acabe en caracteres electrónicos olvidados per secula seculorum, como un grito en el vacío.
Mi intención para este blog, por lo menos en estas inmaduras etapas, es darle forma a algunas ideas que rondan en mi cabeza, principalmente respecto a las creencias de las personas en la actualidad, lo poco que se basan en evidencia real, y lo mucho que se basan en ideas sin sustancia. Derivado de todo esto, estamos hoy en día llenos de charlatanes, curanderos, adivinos, pseudocientíficos, pseudodoctores, fanáticos religiosos y demás, que poco a poco, y a la larga, acaban por dañar la sociedad y la sumen en la ignorancia, o lo que es peor, una falsa sensación de estar en lo correcto. Espero poder contribuir con aunque sea (perdón por el cliché) un pequeño granito de arena para intentar cambiar esta tendencia.
De entrada mis palabras, inclusive a mi mismo, me suenan 1) ambiciosas, y 2) algo pedantes, la verdad; y no me gustaría causar esa impresión. Me gustaría aclarar que estoy abierto a discusión y a cambiar mi opinión y mi punto de vista, siempre y cuando hayan razones suficientes en número y en calidad.
Espero, querido lector o lectora aún desconocido(a), que lo que sea que encuentres en este espacio 1) te invite a pensar, 2) te invite a discutir o a dar tu punto de vista, y/o 3) por lo menos te entretenga unos minutos.
Alla vá, y espero que salga bien.
-Jerry
Durante varias semanas he estado rumiando con la idea de empezar a escribir en un blog, y creo que ha llegado la hora. En fin, lo peor que puede pasar es que nadie lea lo que escribo, y que todo acabe en caracteres electrónicos olvidados per secula seculorum, como un grito en el vacío.
Mi intención para este blog, por lo menos en estas inmaduras etapas, es darle forma a algunas ideas que rondan en mi cabeza, principalmente respecto a las creencias de las personas en la actualidad, lo poco que se basan en evidencia real, y lo mucho que se basan en ideas sin sustancia. Derivado de todo esto, estamos hoy en día llenos de charlatanes, curanderos, adivinos, pseudocientíficos, pseudodoctores, fanáticos religiosos y demás, que poco a poco, y a la larga, acaban por dañar la sociedad y la sumen en la ignorancia, o lo que es peor, una falsa sensación de estar en lo correcto. Espero poder contribuir con aunque sea (perdón por el cliché) un pequeño granito de arena para intentar cambiar esta tendencia.
De entrada mis palabras, inclusive a mi mismo, me suenan 1) ambiciosas, y 2) algo pedantes, la verdad; y no me gustaría causar esa impresión. Me gustaría aclarar que estoy abierto a discusión y a cambiar mi opinión y mi punto de vista, siempre y cuando hayan razones suficientes en número y en calidad.
Espero, querido lector o lectora aún desconocido(a), que lo que sea que encuentres en este espacio 1) te invite a pensar, 2) te invite a discutir o a dar tu punto de vista, y/o 3) por lo menos te entretenga unos minutos.
Alla vá, y espero que salga bien.
-Jerry
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