jueves, 29 de mayo de 2014

La Mentira de la "Cirugía Revitalizadora" Cubana para Retinitis Pigmentosa

El día 25 de junio de 2013, en una de las estaciones de noticias de radio más importantes del DF (98.5 FM) entrevistaron a un médico cubano, el Dr. Alberto Jesús Barrientos Castaño, quien habló sobre un "tratamiento" al que llaman "La Cirugía Revitalizadora" para tratar una enfermedad de la retina hasta ahora incurable, llamada Retinitis Pigmentosa ó Retinosis Pigmentaria. Un poco indignado por el hecho de que permitan en foros tan importantes y con un alcance tan grande, que se presenten este tipo de tratamientos que no tienen ningún respaldo científico como si fueran la octava maravilla, y en vista de la poca información disponible que presente la evidencia (o la falta de la misma) respecto a estos tratamientos, me sentí con la responsabilidad moral de escribir algo al respecto.

¿Qué es la retinitis pigmentosa?

En breves palabras, la retinitis pigmentosa es una enfermedad degenerativa de la retina, de origen genético (es decir que al nacer, la retina del paciente es normal, pero que en su código genético hay un gen defectuoso que provoca la degeneración y la pérdida de función de la retina de una forma acelerada).

Esta es una imagen de una retina normal:


Y esta es una imagen de una retina con retinitis pigmentosa:



Aunque es una enfermedad descrita desde hace mucho tiempo, hasta este momento no hay una cura como tal para la enfermedad, y es muy frecuente que los pacientes que la padecen terminen con una muy baja agudeza visual. Para el manejo de esta enfermedad, en el pasado se han intentado tratamientos de todo tipo, desde vitaminas, medicamentos y cirugías, y hasta hace poco (leer más adelante), sin evidencia alguna de su efectividad.

¿En qué consiste la "cirugía revitalizadora" que hacen en Cuba para tratar la retinitis pigmentosa?

Desde hace ya muchos años, en una institución que se hace llamar el Centro Internacional de Retinosis Pigmentaria "Camilo Cienfuegos", en donde trabaja el Dr. Barrientos, se realiza un procedimiento que ellos denominan "cirugía revitalizadora", y que en pocas palabras consiste en colocar un poco de la grasa que hay dentro de la cavidad orbitaria (es decir, la cavidad en el cráneo donde se encuentra el ojo) en el espacio que hay entre la esclera (es decir, la capa más externa del ojo, de color blanco) y la coroides (es decir, una capa intermedia entre la esclera y la retina, que está compuesta principalmente de vasos sanguíneos). Después del procedimiento quirúrgico, el paciente tiene que someterse a una serie de tratamientos de ozonoterapia, que puede ser vía endovenosa ó rectal (sí, leyeron bien, rectal), y a otra terapia llamada "terapia electromagnética" (cuyos detalles desconozco y no son explicados en el website del procedimiento).

Obviamente, para recibir estos tratamientos es necesario viajar a Cuba y quedarse ahí por cierto periodo de tiempo, con un costo que no es insignificante. Esta es la lista de precios:


Retinitis básico (sólo evaluación): $1,441.00 dólares americanos, Retinitis standard (evaluación y operación): $7,070.00 dólares americanos, y Retinitis premium (evaluación, operación, seguimiento y transfers): $10,140.00 dólares americanos.

¿Cuál es el problema con la "cirugía revitalizadora" que hacen en Cuba para tratar la retinitis pigmentosa?

Como cualquier enfermedad que no tiene cura, la retinitis pigmentosa pone al paciente que la padece y a su familia en una situación complicada, y al ofrecer la ciencia tan pocas opciones y tan pocas esperanzas, no es nada raro que el paciente o su familia recurran a curas "milagrosas" que ofrecen mucho, pero que cumplen poco. La "cirugía revitalizadora" es una de estas (entre comillas) curas.

A pesar de tener un aparato de publicidad muy bien estructurado, con páginas de internet, programas de radio y al parecer un buen volumen de pacientes, no hay estudios científicos validados que apoyen su eficacia. El único estudio serio que se ha realizado al respecto, que fue publicado en la revista Archives of Ophthalmology en 1996 por los doctores Berson y colaboradores, indica que hubo una disminución del 15% de la respuesta eléctrica de la retina después del tratamiento, lo cual se considera un desenlace desfavorable. En este estudio los pacientes fueron evaluados en el Massachusetts Eye and Ear Infirmary, en Boston, Massachusetts (que es uno de los institutos de oftalmología con mayor renombre en el mundo). Los pacientes fueron valorados antes del procedimiento, fueron a Cuba a someterse a esta intervención, y regresaron a Boston a su valoración después del procedimiento. Las conclusiones de los autores fueron que "los datos obtenidos apoyan la conclusión de que la intervención ofrecida en Cuba no provee beneficio a pacientes con retinitis pigmentosa", y que los resultados negativos "llaman a la posibilidad de que esta intervención puede EMPEORAR el curso de la enfermedad". Desafortunadamente, ni el Dr. Barrientos, ni ninguno de sus colaboradores, han sido capaces de publicar (o por lo menos mostrar en un congreso internacional) resultados favorables que puedan contradecir los resultados de este estudio, y que sean sostenibles ante la comunidad científica, en los más de 60 años que el procedimiento se ha venido realizando.

Las consecuencias negativas de esta mala información, que no son pocas, van desde dar falsas esperanzas a los pacientes y su familia que se verán desilusionados al momento de consultar un especialista en retina, hasta hacer que un paciente con esta enfermedad sacrifique bienes y pertenencias propios y ajenos para pagar este dizque tratamiento, cuyo precio va de $7,000.00 USD a $10,000.00 USD, más gastos de viaje, y cuya eficacia está muy lejos de ser demostrada.

Bueno, y ¿hay algo que SÍ funcione para la retinitis pigmentosa?

Hasta hace poco tiempo, lo único que se podía hacer con los pacientes que padecen retinitis pigmentosa era tratar algunas de las patologías que acompañan a esta enfermedad, como la catarata (tratada con cirugía de extracción de catarata e implante de lente intraocular) o la presencia de edema macular quístico (una acumulación de líquido en la parte central de la retina, tratada con administración de medicamentos en gotas o inyecciones dentro del ojo), y aunque estas intervenciones ayudan un poco a los pacientes que padecen estas otras patologías, para nada detienen la progresión de la enfermedad.

Actualmente, sin embargo, se están invirtiendo muchos recursos en investigar nuevas alternativas de tratamiento para pacientes con esta incapacitante enfermedad, y recientemente, al fin, se han encontrado resultados positivos (aunque los tratamientos están todavía en fase de experimentación.

La empresa Neurotech en Estados Unidos ha desarrollado un dispositivo que se implanta dentro del ojo y que libera una sustancia llamada Factor Neurotrófico Ciliar (CNTF), cuya función es proteger a las células de la retina de la degeneración causada por la retinitis pigmentosa. Hasta ahora se han colocado implantes en más de 300 pacientes (todos como parte de un protocolo de investigación; el implante no está aún disponible de manera comercial), encontrando resultados muy prometedores. Sin embargo, se requieren aún estudios con más pacientes para demostrar la eficacia de este dispositivo.

Para pacientes que ya están prácticamente ciegos a causa de la retinitis pigmentosa, la empresa Second Sight ha desarrollado un dispositivo llamado Argus II, el cual consiste en un microchip que se implanta por encima de la retina, y se conecta de manera inalámbrica a una cámara que el paciente lleva en unos lentes, de tal manera que pacientes que sin el implante son sólo capaces de distinguir si la luz está prendida o apagada, con el implante pueden distinguir objetos, formas, contornos, líneas e inclusive rostros. Es literalmente, el primer ejemplo de lo que podríamos llamar una retina artificial. Abajo se muestran imágenes del implante y de la cámara. También existen videos con testimoniales de pacientes que han recibido el implante, y entrevistas con el retinólogo responsable del proyecto, el Dr. Mark Humayun.

 En Alemania existe otra empresa que tiene un implante con un concepto similar, llamado Retina Implant, que también tiene resultados muy prometedores.

Pero entonces... ¿cuál es la diferencia entre la cirugía revitalizadora y estas otras cirugías?

El lector podría justificadamente preguntarme: "Oiga, doctor, pero yo no soy oftalmólogo. Yo soy paciente. Y a mi me suena igual de bien si me hacen una cirugía para implantar un microchip en la retina conectado a una cámara, o me ponen un implante que produzca una sustancia protectora, o me implantan grasa orbitaria en el ojo y me dan ozonoterapia. ¿Cuál es la diferencia entre la cirugía revitalizadora y las otras cirugías?". Es una pregunta muy válida, dado que las tres opciones consisten en hacer una cirugía, y las tres opciones ofrecen mejoría y/o retrasar la pérdida de la visión. Pero hay diferencias...

Diferencia 1: Ensayos clínicos controlados: Para que se demuestra la eficacia de cualquier tratamiento (llámese aspirina, alguna pastilla para bajar la presión, algún antibiótico, o una cirugía para quitar el apéndice), se requiere realizar un ensayo clínico controlado, es decir, un estudio donde se incluye una gran cantidad de pacientes con alguna enfermedad (pongamos el ejemplo de la hipertensión arterial), y se somete a la mitad de ellos al tratamiento (pongamos como ejemplo el metoprolol, que es una sustancia para bajar la presión arterial), y a la otra mitad se les administra una pastilla que es físicamente igual a la del tratamiento, pero sin el ingrediente activo (a estos pacientes se les llama el grupo control, y contar con este grupo es muy importante, dado que existe algo llamado el efecto placebo, que consiste en que el mismo hecho de tomar una pastilla aunque ésta no contenga el ingrediente puede hacer creer al paciente que está recibiendo algún tratamiento, y por lo tanto se obtenga algún efecto). Para que el estudio sea válido, ni el paciente ni el médico que administra el medicamento puede saber si lo que está recibiendo es el ingrediente activo o sólo el placebo. Una vez que se somete a los pacientes al tratamiento, se mide la variable que se tenga que medir (en este caso, la presión arterial) a lo largo del tiempo. Después de un tiempo determinado, en el que se han recolectado las presiones arteriales de todos los pacientes (tanto los que recibieron placebo, como los que recibieron ingrediente activo), los datos son analizados por terceras personas, que pueden saber quiénes sí recibieron el ingrediente activo y quiénes no. Si al analizar los datos se encuentra que los pacientes que recibieron el ingrediente activo tenían la presión arterial más baja de una manera significativa que los que recibieron placebo, se concluye que el medicamento sí funciona.

Tanto los estudios de CNTF como del implante Argus se apegaron a esta metodología. En el caso del implante de CNTF, a algunos pacientes se les colocó un implante que producía CNTF, y a otros pacientes se les colocó un implante que no lo producía. En el caso del implante Argus, el control se realizaba con el mismo paciente, pero con el microchip apagado, de tal forma que la retina no recibía ninguna señal.

Por otra parte, hasta ahora no se ha publicado ningún ensayo clínico controlado que demuestre la eficacia de la "cirugía revitalizadora"...

Diferencia 2: Replicación de los resultados por parte de otros investigadores. Una vez que aparece un nuevo tratamiento o una nueva técnica, y se expone en las reuniones académicas o se publica en revistas científicas, el siguiente paso es que médicos de otros centros dentro del mismo país, o en otros países realicen el tratamiento o técnica en sus pacientes. Si es un buen tratamiento, los resultados obtenidos serán similares a los que se encuentran publicados. Si el tratamiento o técnica no es bueno, los resultados obtenidos serán diferentes (generalmente peores que los publicados). Esto es importante, dado que cuando alguien refiere "ser el único centro donde se cura X enfermedad" o "ser el único que realiza la técnica Z", cabe la posibilidad de que ese alguien esté mintiendo ó esté "maquillando" los resultados, para ver beneficiados sus intereses, ya sea monetarios o académicos.

En el caso del implante Argus, existen ya múltiples centros en diversos países (Estados Unidos, Reino Unido, Italia, Francia, Arabia Saudita, etc) donde se implantan estos dispositivos, y los resultados obtenidos son similares a los presentados en las reuniones académicas y publicados en revistas científicas.

Por otra parte, el Centro Internacional de Retinosis Pigmentaria "Camilo Cienfuegos" sigue siendo el único lugar donde se realiza la "cirugía revitalizadora", y cuando pacientes de otros centros han ido a tratarse a Cuba y regresan (como los pacientes del estudio del Dr. Berson), no se ha encontrado que el tratamiento les sirva de nada. Hablando de experiencia personal, en el servicio de Retina de la Asociación para Evitar la Ceguera en México hemos visto varios pacientes que (con muchos sacrificios personales y económicos) van a realizarse este procedimiento a Cuba, y en ningún paciente la evolución de la enfermedad se ha detenido (mucho menos mejorado).

En conclusión...

El paciente con retinitis pigmentosa, aparte de enfrentarse con el diagnóstico de una enfermedad que hasta ahora no tiene cura, se enfrenta con toda una suerte de supuestos "tratamientos" milagrosos como la "cirugía revitalizadora", que prometen mucho, pero que cumplen muy poco. Tristemente muchos pacientes, con la esperanza de hacer hasta lo imposible por no perder la visión, se embarcan en gastar importantes sumas de dinero (a veces endeudándose o vendiendo sus pertenencias) en tratamientos que no han sido sometidos a un riguroso estudio científico, y que por lo tanto, no está demostrado que funcionen.

Encontrar un tratamiento o una cura para una enfermedad que no la tiene no es cosa fácil. Requiere de mentes brillantes, de grandes cantidades de recursos, y de estudios clínicos serios, siguiendo estrictamente el método científico, como ha sido el caso del implante de CNTF, del Argus II o del Retina Implant, pero NO el caso de la "cirugía revitalizadora". Con el paso del tiempo, las terapias que realmente funcionen se convertirán en el tratamiento de elección, poniendo a los pseudotratamientos como la cirugía revitalizadora en el lugar que les corresponde: en un ejemplo más de personas sin conciencia, tratando de aprovecharse de la desesperación de un paciente con una enfermedad que no tiene cura, prometiendo mucho, y cumpliendo nada.

Dr. Gerardo García Aguirre
Especialista en Retina
www.retinadf.com

1 comentario:

  1. Respetado Dr. Mil gracias por su valiosa publicación. Como usted dice, los que sufrimos de estos males solo rogamos por una cura definitiva. En 2013 fui diagnosticado con Stargardt y siempre estoy investigando por posibles curas. De alguna forma di con la página de este Centro cubano, al igual que su blog. Menos mal me alertó, pues sonaba muy prometedor.
    Abusando de su conocimiento y profesionalismo, le agradecería enormemente su opinión de este otro sitio http://stargardtdisease.com/. Suena aún más convincente pero me genera enormes dudas. ¡Además de estar en Estambul!

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