Hay muchas cosas justas en esta vida, pero la vida en sí nunca es justa. Y hay allá afuera una gran cantidad de personas a las que les pasan cosas muy malas, aunque hayan llevado bien su vida. Por mi profesión, a diario entro en contacto con este tipo de personas, y en la medida de mis posibilidades y mis habilidades trato de que la magnitud de la injusticia que la vida les ha puesto sobre los hombros sea lo menor posible, aunque sean totales desconocidos. En algunos se puede... pero en otros no.
El día de hoy le toca a un amigo mío llevar una gran carga de ese tipo. En su panorama a corto plazo se ven largas cirugías, diagnósticos inciertos y tiempos difíciles.
Mario, se que te aguarda una difícil batalla, de la cual espero de todo corazón que salgas airoso.
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